He decidido volver a escribir porque es algo que me motiva y
me hace feliz, es un momento en el que el tiempo no importa. La intención de
este artículo es la de compartir una serie de cuestiones que he estado
observando y hablando con distintas personas sobre, ¿qué es la felicidad?
Mucha gente y en muchos blog y tutoriales ponen títulos o
hablan de “si tú crees en tu sueño lo conseguirás”, “todos podemos alcanzar
nuestros sueños”, y ojalá viviéramos en una historia escrita por Walt Disney
con un gran final para cada una de las personas que habitan este mundo, pero no
solo de los que vivimos en el mundo occidental, sino también para aquellos
niños y niñas que están en campos de refugiados y para las personas que en África
tienen que andar kilómetros para poder tener acceso al agua.
En fin, no quiero desviarme del tema del artículo, es una
realidad la de que vivimos en un mundo movido por el dinero, donde el modelo
social está regido por un capitalismo feroz, que nos trata como consumidores no
como personas que desean dar un contenido a sus vidas, que tienen sueños y
esperanzas.
Por suerte, aunque el panorama sea difícil no quiere decir
que no debamos soñar, por supuesto que no, pero debemos de ver la realidad de
nuestro entorno para abrir los ojos y empezar a andar por nosotros/as mismos/as,
no dejarnos arrastrar por esta sensación de falta de tiempo, de prisa, de
consumo... parar es necesario, respirar, escuchar tus pensamientos, y
reflexionar ¿qué quiero hacer en mi vida? y a partir de ahí ver los pasos que
podemos dar para llegar a esa meta.
Por favor, nunca olvides que tu tiempo en este mundo se
trueca por dinero, pero el dinero te facilita la vida pero no es la felicidad,
sino la infelicidad. Si basas tu vida en cosas materiales nunca será suficiente
pues el mercado siempre creará algo nuevo y mejor, pero si buscar en tu vida
dedicar tu tiempo a las personas que son importantes para ti, a averiguar que
pasa en tu comunidad e intentar ayudar a tu vecino, a tener más tiempo para
hacer lo que te gusta, ya sea leer en la cama, salir a correr con amigos, tomar
un café con tu madre, darle una sorpresa a tu pareja... entonces descubrirás
algo realmente importante que el mundo capitalista no se equivocaba, pues tu
tiempo sique tiene un gran valor.
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